La moneda creada hace 30 años en Argentina para cortar de cuajo con la hiperinflación, logró equivaler a un dólar estadounidense durante una década, pero con el paso del tiempo y las recurrentes crisis en el país se fue depreciando y actualmente no vale ni medio centavo de la moneda norteamericana.
El “uno a uno” entre el peso y el dólar rigió durante una década, hasta que el 6 de enero de 2002, en medio de la severa crisis económica, política y social desatada a finales de 2001, el Parlamentó derogó la convertibilidad. Desde 2002, cuando se terminó la convertibilidad, la inflación acumulada en Argentina ha sido del 435%.
El 3 de febrero de 2002 el entonces presidente provisional, Eduardo Duhalde (2002-2003), estableció que las deudas y los depósitos en dólares que habían quedado atrapados en los bancos fueran convertidos forzosamente a pesos ya devaluados, aseguró el diario Bio Bio.
Para el economista Mariano De Rosa, “la política monetaria del uno a uno fue sustentable mientras se mantuvo el déficit fiscal cero, pero eclosionó precisamente por el abandono de esa disciplina fiscal desde mediados de la década de 1990, con un gasto público en aumento que hacia 2001 se quedó sin fuentes de financiación”.