El ejemplar es el primero que se recupera completo y además es una hembra de ictosaurio preñada. Este descubrimiento fue gracias al equipo liderado por la paleontóloga Judith Pardo, del Centro de Investigación GAIA Antártica de la Universidad de Magallanes, tras una expedición por el glaciar Tyndall en la Patagonia chilena.
“Fiona” como le han llamado al fósil de la ictiosauria, tiene cuatro metros de largo y tiene embriones en gestación. Según explica Judith Pardo “aportará información relativa a su especie a la paleobiología, en torno al desarrollo embrionario, y a una enfermedad que afectó durante su vida”.

En este glaciar, que colinda con el Parque Torres del Paine, se encuentran más de 100 ejemplares de estos reptiles marinos de contextura similar a los actuales delfines. Fiona fue hallada en el 2009 y la expedición para su extracción pudo ser concretada entre marzo y abril de este año.
Esta tarea contó con la colaboración de diferentes entidades científicas nacionales e internacionales como la participación de las expertas del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart que cuenta con más de 500 ejemplares de este tipo. “No tenemos muchos fósiles de reptiles marinos de este período de tiempo a nivel mundial (hace ~130-140 millones de años), y los que tenemos son de Europa”, comentó la Dra. Maxwell de dicho museo.